Visitar museos: acercarse a lo asombroso
Dense Hellión y Gloria Falcón
El museo es un espacio físico que nos obliga a salir de lo común, de la vida de todos los días, de los paisajes familiares. Un museo existe porque tiene objetos que exhibir y por un visitante que recorrerá y observará las colecciones d piezas que el museo tiene como misión difundir. Sin estos dos integrantes: visitante y piezas, los museos no existirían.
Las piezas forman parte de un lenguaje, son la expresión de formas de vida, creencias, costumbres, relaciones políticas, síntesis de otros pueblos y otras generaciones. Su lenguaje requiere de la activa participación del visitante, quien puede hacerse muchas preguntas que no siempre responderá, pero que lo han incitado a la reflexión y a la búsqueda de más información.
Como maestros debemos trasmitir el gusto y goce por descubrir los objetos del museo, por ello hay que conocerlos de antemano y recorrer sus pasillos con el espíritu de quien se acerca a los asombroso, entusiasmar a los niños no para que hagan una tarea, sino para que tengan una vivencia.
De nuestra experiencia podemos proponer la visita como un reforzamiento de los conocimientos adquiridos en el aula, a través de un ejercicio de descripción de objetos, sus detalles, pero vinculando este lenguaje visual a los temas de los programas de estudio.
Como maestra practicante tuve la oportunidad de asistir con el grupo de cuarto “B” de la Escuela Primaria “Josefa Ortiz de Domínguez”, ubicada en Tianguistongo, a una salida didáctica al museo de Antropología e Historia ubicado en la Ciudad de México, en la cual pude percatarme de que las visita no fue tan fascinante para los niños, sólo un recorrido rápido porque había que ir a otros lugares, sin una explicación de la maestra en algunos aspectos importantes y en grupo, no debían separarse. Al mismo tiempo considero que falto relacionar la visita al museo con los contenidos del grado.
También visité el museo del Castillo de Chapultepec, el cual me fascinó, porque es un lugar en el que se exponen los objetos que pertenecieron a Maximiliano y a Carlota y me parece sorprendente como podían vivir en esos lujos, con recamaras enormes, muebles preciosos, carruajes, etc.
Como docente en formación considero que hay que conocer de los museos, su contenido y relacionarlo con el programa del grado, para posteriormente organizar una visita y sea más significativo para los niños, del mismo modo debemos rescatar la riqueza de conocimientos que un museo nos ofrece ya que los profesores lo están dejando de lado.
Dense Hellión y Gloria Falcón
El museo es un espacio físico que nos obliga a salir de lo común, de la vida de todos los días, de los paisajes familiares. Un museo existe porque tiene objetos que exhibir y por un visitante que recorrerá y observará las colecciones d piezas que el museo tiene como misión difundir. Sin estos dos integrantes: visitante y piezas, los museos no existirían.
Las piezas forman parte de un lenguaje, son la expresión de formas de vida, creencias, costumbres, relaciones políticas, síntesis de otros pueblos y otras generaciones. Su lenguaje requiere de la activa participación del visitante, quien puede hacerse muchas preguntas que no siempre responderá, pero que lo han incitado a la reflexión y a la búsqueda de más información.
Como maestros debemos trasmitir el gusto y goce por descubrir los objetos del museo, por ello hay que conocerlos de antemano y recorrer sus pasillos con el espíritu de quien se acerca a los asombroso, entusiasmar a los niños no para que hagan una tarea, sino para que tengan una vivencia.
De nuestra experiencia podemos proponer la visita como un reforzamiento de los conocimientos adquiridos en el aula, a través de un ejercicio de descripción de objetos, sus detalles, pero vinculando este lenguaje visual a los temas de los programas de estudio.
Como maestra practicante tuve la oportunidad de asistir con el grupo de cuarto “B” de la Escuela Primaria “Josefa Ortiz de Domínguez”, ubicada en Tianguistongo, a una salida didáctica al museo de Antropología e Historia ubicado en la Ciudad de México, en la cual pude percatarme de que las visita no fue tan fascinante para los niños, sólo un recorrido rápido porque había que ir a otros lugares, sin una explicación de la maestra en algunos aspectos importantes y en grupo, no debían separarse. Al mismo tiempo considero que falto relacionar la visita al museo con los contenidos del grado.
También visité el museo del Castillo de Chapultepec, el cual me fascinó, porque es un lugar en el que se exponen los objetos que pertenecieron a Maximiliano y a Carlota y me parece sorprendente como podían vivir en esos lujos, con recamaras enormes, muebles preciosos, carruajes, etc.
Como docente en formación considero que hay que conocer de los museos, su contenido y relacionarlo con el programa del grado, para posteriormente organizar una visita y sea más significativo para los niños, del mismo modo debemos rescatar la riqueza de conocimientos que un museo nos ofrece ya que los profesores lo están dejando de lado.
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